El herido de punta de
ausencia, y el llagado de las telas del corazón, dulcísima Dulcinea del Toboso,
te envía la salud que él no tiene. Si tu fermosura me desprecia, si tu valor no
es mi pro, si tus desdenes son en mi afincamiento, maguer que yo sea asaz de
sufrido, mal podré sostenerme en esta cuita, que además de ser fuerte es muy
duradera. Mi buen escudero Sancho te dará entera relación, oh bella ingrata,
amada enemiga mía, del modo que por tu causa quedo.
Si gustares de socorrerme
tuyo soy, y si no, haz lo que te viniere en gusto, que con acabar mi vida habré
satisfecho a tu crueldad y a mi deseo.
Tuyo
hasta la muerte
El Caballero de la Triste
Figura
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