No
es ofensa, que es caricia
esta forma
mía de amar.
No me
prives de este goce
es el placer
de besar,
que tengo el alma en los labios
y más no puedo aguantar.
Dale
riendas al corazón
y déjalo disfrutar,
sedientos están mis labios
de la miel de tu panal.
No
me niegues este beso
que anhela mi despertar.
No nos prives de la vida,
es tan corta, que quizas,
los besos que hoy no te de
jamás nunca, te pueda dar.
Autor:
Manuel Rodríguez Noguerol